La vida de los sobadillas

¿Cuánto tiempo de vuestra vida dedicas a comunicarte sobando un pedazo de espejo?

En una espesa noche, cerca de una cascada rodeada por plantíos de caña de azúcar en medio de la Sierra Potosina (México), se encuentra una cabaña de madera. En su exterior iluminando el porche, una lampara rectangular de color blanco con dos alargados tubos de vidrio fluorescentes, atrae con su resplandor la atención de pequeños seres voladores como el escarabajo, la palomilla, la mariposa y el zancudo; que al sentir el fulgor del sol encapsulado en tubos cristalinos, chocan y rebotan, restregando su pequeño cuerpo tratando de penetrar aquel incandescente objeto.

En la actualidad podemos observar a una gran parte de la humanidad encandilada, frotando con diversos gestos, placas luminosas de forma rectangular para “comunicarse” y recibir a cambio de su sobar, estímulos de su propio reflejo. Esto se parece mucho a lo que vi aquella noche en la sierra y me lleva a realizarme las siguientes preguntas:

¿Será que todo ser vivo se siente atraído por el brillar de los objetos, buscando con su contacto conocer algo que los conecta con lo divino?

Los insectos al acercarse a las fuentes luminosas generan ciertas trayectorias con su vuelo ¿Cómo se vera la trayectoria generada en una conversación de mensajes de texto entre dos personas? ¿Qué similitudes hay con las trazas de los insectos?  ¿Es el sentido de la vista acaso un ingrediente esencial para comunicarnos con el entorno?.

La vida de los Sobadillas, busca dilucidar el flujo ralentizado de los gestos y trayectorias que se generan en una conversación entre dos personas usando dispositivos móviles.

A partir de la exageración de los sentidos y los resultados de la investigación busco generar un espectáculo multimedia donde dos bailarines con prótesis y órtesis acopladas a sus cuerpos danzan como dedos sobre un  teclado gigante proyectado en el piso, emulando la trayectorias de las yemas de los dedos, de dos personas que se encuentran conversando frente al escenario a partir de mensajes de texto, sonido, imágenes y emoticones que detonan en la coreografía abstracciones manifiestas en el cuerpo del bailarín. El sonido del baile se generara a partir de la sonificación de los trazos de los bailarines y la amplificación del sonido mecanico de sus protesis. Las trayectorias generadas se mostraran proyectadas en una pantalla detrás de los bailarines. Teniendo como resultado cuatro capas de información con las cuales busco responder a mis interrogantes y registrar la acción en una vídeo danza presentada en un monitor que emula un teléfono móvil gigante.

¡ Yo solo quiero tocar !  Pero me han enseñado a no hacerlo.

 

Video 1 : En primer plano dos personas hablando por watsaap. En segundo plano bailarines sobre teclado. Al fondo pantalla que muestra las trazas de dedos.

 

 

Figura 3: Escenario donde los bailarines emulan los movimientos de los dedos de dos personas conversando por watsaap.

 

 

Figura 4: Trazas del cuerpo del bailarín al desplazarse  de una letra a otra.

 

 

Figura 5: Se usan trazas para sonorizar la pieza, cada parte de cuerpo es una voz en la composición.